Origen
Los burros miniatura o burros enanos son nativos de las islas del Mediterráneo, concretamente de Sicilia y Cerdeña.
En 1920 fueron importados a Estados Unidos los primeros burros miniatura desde estas islas. A pesar de que en el Mediterráneo se utilizaban como animales de carga, en la actualidad la mayoría de burros miniatura se utilizan como mascotas.
En el siglo XX, los principales importadores eran familias estadounidenses ricas que transportaban estos animales con el objetivo de formaran parte de sus propiedades. Según los registros originales de importación se observa que el color que prevalecía mayoritariamente en la selección de los burros era el gris.
Actualmente es difícil importar debido, en primer lugar, a la calidad inferior de los burros de las islas de Sicilia y Cerdeña en comparación con la calidad de los burros seleccionados en EEUU. En segundo lugar, el factor que dificulta la importación es pasar las estrictas pruebas dadas por el Departamento de Agricultura en las estaciones de cuarentena.
Características
El tamaño de los burros miniatura se varía desde los 66 cm (26 pulgadas), considerando esta alzada extremadamente pequeña; hasta los 92 cm (36 pulgadas), midiendo siempre desde la cruz. Así pues, la altura media se sitúa en unos 78 cm (31 pulgadas). En general, cuanto menor sea su altura, mayor valor económico tendrá.
El peso de los burros miniatura varía entre los 80 y 130 kg. La crin es dura y recta, la cola es similar a la de una vaca y todo el cuerpo está cubierto de pelo corto. En el verano, a los burros miniatura les tarda mucho más tarde en caer el pelaje, en comparación con los caballos y ponis. El pelaje les sirve para protegerse de la intemperie y de las moscas.
La mayoría de los burros, especialmente los píos, tienen una «cruz». La cruz es una franja dorsal de color oscuro situada en la espalda. La mayoría de los burros tienen marcas más oscuras en las orejas, la punta de la cola y alrededor de los pies. Respecto al color, el más frecuente en burros miniatura es el gris-pardo; que consta de un cuerpo de color gris, la nariz de color color u oscuro, y vientre e interior de las piernas en color claro.
La esperanza de vida de los burros miniatura, siempre que estén bien cuidados y vivan en unas condiciones estables, es alrededor de 30-35 años, siendo una mascota de por vida.
Alimentación
Los burros pueden sobrevivir únicamente con heno de buena calidad, aunque lo conveniente siempre es que tengan una dieta equilibrada. El heno de hierba es buen heno para alimentarlo, mientras que la alfalfa pura tiene demasiada grasa para un burro miniatura y su sistema digestivo no lo asimila bien.
A pesar de que los burros miniatura pueden sobrevivir con heno y alfalfa, esta no es una dieta equilibrada, ya que estos alimentos hacen que engorde fácilmente. Una dieta equilibrada para estos animales debería contener heno, paja y una mezcla de cereales. La paja se debe proporcionar en mayor cantidad que el resto de alimentos; puesto que esta aporta un mayor volumen en su dieta, ayudándolo en su digestión.
Asimismo, se debe evitar cualquier tipo de suplemento alimentario de caballo en la alimentación de los burros miniatura, puesto que estos suplementos pueden causar fácilmente obesidad en los burros.
La denominación «guardianes», que reciben algunos burros significa que utilizan su alimentación de manera muy eficiente y no se deben engordar. Los burros que están gordos desarrollan una «cresta» – o rollo de grasa – en el cuello que permanecerá ahí para toda la vida del animal desde que se desarrolla.
Alojamiento y cuidados
Los burros miniatura son animales sanos y que pueden vivir a la intemperie, siempre que dispongan de un refugio para resguardarse del mal tiempo y protegerse de las inclemencias. A diferencia de los burros autóctonos, ya aclimatados; los burros miniatura no resisten la lluvia y, por ello, necesitan un refugio de tres caras, con la entrada situada de espalda a los vientos dominantes. Este alojamiento es un requisito mínimo e indispensable para tener un burro miniatura, que también les proporciona sombra en verano.
Se les debe proporcionar agua dulce y fresca cada día, y es recomendable que los burros miniatura se guarden en una cuadra durante la noche, sobre todo en invierno.
Respecto al carácter, los burros son animales de manada y, por tanto, es poco probable que un burro que este solo prospere. Sin embargo, esta soledad se puede suplementar con mimos, cariños y disciplina. No obstante, en estos casos es recomendable buscarle compañía animal, puesto que muchas veces por causa de tiempo o de problemas no les dedicamos el suficiente tiempo.
Salud
Los burros miniatura son animales muy saludables. Las vacunas se ponen cada año y es recomendable seguir el plan que establezca el veterinario. Respecto a la desparasitación, debe realizarse, mínimo tres veces por año, y preferentemente seis veces al año. El cuidado de los cascos de los burros miniatura requieren el mismo cuidado que el de los caballos y deben ser cortados, mínimo, tres o cuatro veces al año.
Reproducción
Las hembras pueden ser fértiles a partid de un año de edad (a veces pueden ser antes). El promedio de gestación de los burros miniatura es de 11 meses, 3 semanas y 5 días. Lo más aconsejable es que la hembras no vuelvan a ser cubiertas hasta su segundo ciclo de calor, unos 30 días impares después de parir. En algunos casos, hay hembras que no pueden quedarse en gestación hasta que destetan a sus crías. Así pues, las hembras producen un promedio de una cría cada 13 o 14 meses.
Los machos pueden ser fértiles a partir del año de edad. A veces puede ser antes, o a veces más tarde; dependiendo de cuando descienden los testículos.
Al nacer, el peso de la crías varía generalmente entre los 8 y 12 kilogramos. Referente al parto, las hembras cuyo tamaño varía entre los 82 y 97 cm generalmente tienen un parto fácil. En cambio, las hembras más pequeñas pueden necesitar la intervención humana.