Gallinas Enanas

Las gallinas enanas son unas gallinas pequeñas, de tamaño variable en función de la raza; siendo las más pequeñas de un tamaño similar al de una paloma. Respecto al color, las gallinas enanas presentan una coloración muy amplia y variada, desde el blanco hasta el negro, pasando por el gris, gris perla, marrón, dorado, etc.

El gallo se distingue de la hembra por su cresta, la cuál es de mayor tamaño que la de la hembra. Asimismo, dependiendo de la raza también su puede diferenciar por la cola, por la misma razón que la crestar; y por el hecho de que el gallo canta.

Alimentación

Las gallinas enanas se alimentan principalemente de cereales, insectos encontrados por el campo (les suelen encantar las lombrices), toda clase de semillas para pájaros y pienso para gallina. Además, también admiten toda clase de verdura, en especial el calabacín, puesto que es una notable fuente de energía. Es importante aportarles calcio durante todo el año, en las diversas formas que existe (en polvo, en concha, etc.)

 Alojamiento

Una pajarera exterior o un corral es el mejor sitio para tener a las gallinas enanas. Así, algunas razas y variedades de las gallinas enanas son muy resistentes en el exterior siempre que se puedan refugiar de la lluvia. Por ejemplo, las razas con mucho plumaje o con plumas en las patas tienen tendencia a enfermar en el caso de no tener ningún techo bajo el que resguardarse de la lluvia, puesto que se le empapan las plumas y debido a la humedad suelen constiparse.

Además, es muy importante que las gallinas enana tenga un lugar, bien un recipiente o en un rincón del corral, con arena para poderse darse sus baños de arena para desparasitarse.

Comportamiento

El comportamiento de las gallinas enanas varía dependiendo de la raza. Algunas razas tienen un comportamiento más traquilo, como es el caso de la raza pekín; mientras que otras tienen un comportamiento más vigoroso, como la raza serama o la holandesa enana. No obstante, en esta clase de gallinas la agresividad no suele ser un problema.    

Cría

La reproducción de las gallinas enanas es relativamente fácil. Estas aves se suelen utilizar para sacar otras espécies de gallináceas, aunque la mayoría de veces se utilizan para continuar la raza.

Las hembras comienzan el ciclo de puesta y ponen unos 8 ó 10 huevos en días seguidos. Tras finalizar la puesta de huevos, las gallinas enanas se ponen a incubar los huevos. Durante el proceso de incubación las hembras se dejan tocar en el nido, aunque es probable recibir algún picotazo ya que están defendiendo los huevos. Los pollos salen a los 21 días y necesitan de la madre para que les proporcione calor.

Sin embargo, podemos optar por la incubación artifical, en la que utilizaremos una incubadora que sustituirá a la gallina clueca y tras la eclosión del pollo, podemos utilizar diversos métodos para proporcionar calor a los polluelos como lámparas de calor o placas térmicas.