Caballos Miniatura

Origen

Los caballos miniatura son una casta verdadera,  que tienen unos estándares determinados, no son potros ni enanos. Esta especie de caballo ha tenido un origen bastante ambiguo, a pesar de que se tienen registros de los mismos desde hace 300 años en Europa.

Descienden de los Shetland y al mismo tiempo de una versión diminuta y anormal del Pura Sangre, cruzados luego en línea de consanguinidad por lo que perdieron mucha de la fuerza de su antepasado.

La primera línea de origen fue la de los minishetland. Estos caballos son originarios de las Islas Shetland, situdadas al noroeste de Escocia. Esta línea es el resultado del cruce de los caballos originarios de estas islas con los ponis Dale (ponis primitivos celtas) importados por los escandinavos al invadir las islas. Su reducido tamaño fue consecuencia de la relación entre la comida, escasez de alimento para estos animales; y el duro clima; que caracterizó su período de crecimiento en las Islas Shetland. Estos animales fueron exportados al resto de Europa en función de la demanda de esta raza.

Así pues,  se conservan relatos de los siglos XVII y XVIII  sobre caballos con una alzada muy reducida en Europa, en los que se relata lo populares que eran estos équidos en las casas reales de todo el continente. Durante este período, estos caballos  eran criados en Europa para regalárselos a los príncipes y princesas, como animales de compañía. Aquellos animales de reducida alzada generaban una verdadera pasión entre los niños de la nobleza, quienes empleaban a los caballos miniatura para el enganche de pequeños carruajes por los jardines de los alrededores de los palacios. Así, en 1850, la española Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, era una aficionada al enganche de caballos miniatura.

Sin embargo, en el siglo XIX se inicia la caída de las monarquías europeas y las cortes reales, repercutiendo drásticamente en la línea de mini shetlhand, única raza de caballos miniatura existente en Europa; sufriendo un descenso que roza la extinción de esta línea.

En este contexto de declive, surge un nuevo papel social para los ancestros de esta raza. Con el inicio de la revolución industrial y el incremento del uso del carbón, los caballos miniatura son demandados para tirar de las vagonetas que transportaban el carbón y otros minerales del profundo corazón del yacimiento de las minas subterráneas. Estos animales recibieron el apodo de «caballos de hoyo», y eran seleccionados en función de su robustez, de baja alzada y amplitud de movimientos, para poder adaptarse a los trabajos entre los estrechos y bajos túneles, tirando de pesadas vagonetas. La gran demanda del sector minero hizo que los caballos miniatura se extendieran por Rusia, Islandia y USA, principalmente, y en menor medida hacia otros territorios.

Con la introducción nuevos mecanismos para la tracción delas vagonetas , los caballos miniatura dejaron de ser empleados para el arrastre del carbón y demás minerales. Debido al contexto de crecimiento económico en el que se encontraba América del Norte junto con la democratización de la equitación, los caballos miniatura comenzaron a ser criados como animales de compañía.

Líneas de origen

Línea Caballo Miniatura Americano

Esta línea de caballos miniaturas es fruto de una serie de cruces entre diversas líneas de origen. Así, para obtener esta casta fue empleada la sangre de caballos ingleses y holandeses (Minishetland). Asimismo, la sangre del potro Shetland, el cual aparece en los pedigries de algunos miniaturas de hoy, y con pura sangre, seleccionando la versión más diminuta. La tendencia de la última década, ha sido la importación de caballos miniatura de Inglaterra, Holanda, Bélgica y Alemania; o criar selectivamente caballos miniaturas de las castas más grandes de caballos.

En Estados Unidos, los caballos miniatura fueron criados para ser utilizados como animales de tiro en las minas, debido a su estructura robusta y su capacidad de arrastrar cargas incluso mayores que su propio peso. Moorman Field de Bedford, Virginia, fue acreditado como el primer verdadero criador de caballos miniatura en América. Según su hijo, Tom Field, Moorman compró los caballos más pequeños o «ponis de hoyo», como eran denominados, cuando la automatización llegó a las minas. Field seleccionaba los ejemplares más pequeños de estos equinos con el objetivo de criarlos a un tamaño más pequeño, en miniatura. Además, Mooorman importó caballos miniatura de Holanda debido a las coloraciones únicas.

McCoy, el herrero de Virginia Occidental, fue también uno de los primeros criadores de caballos miniatura.

J.C. Williams, de Carolina del Sur, junto con otros criadores americanos significativos en el mundo del caballo miniatura, a menudo traían equinos importados de Europa para realzar su programa de cría.

Actualmente, los caballos miniatura tienen probablemente la variedad de color más amplia respecto el resto de razas equinas. Así, la variedad comprende pintos y appaloosas, así como colores sólidos que incluyen la gamuza, palomino, gris, alazán, negro, blanco, ruanos, bayo o, incluso, el plata dapples.

Línea Caballo Miniatura Australiano

El caballo miniatura australiano es una casta más reciente, desarrollada principalmente mediante el cruce del  potro de Shetland, el Falabella y el caballo miniatura americano. La característica principal es que los potros no tienen más de 86,4 cm de altura (34″ en altura y libre de incidentes genéticos). Pueden ser de cualquier color.

Línea Falabella

El origen del caballo Falabella está asociado a los orígenes del caballo en América Latina. Los caballos Andalusian, raza que los españoles llevaron consigo para lograr conquistar este territorio americano; escogidos por su rusticidad y resistencia. Debido al fracaso de las diversas tentativas para conquistar ese área, estos animales fueron abandonados.

Estos equinos vagaron sin destino sobre las llanos, designados con el nombre de La Pampa.  Los caballos que sobrevivieron, sufrieron una serie de procesos biológicos y cambios estructurales como consecuencia de la adaptación a las nuevas condiciones, tan distintas a las de su tierra natal.

Como consecuencia del fuerte sol, los vientos fríos del sudoeste, las tormentas y la aridez de la tierra, los caballos se vieron obligados a recorrer grandes distancias para encontrar agua y pasto. Estos factores determinaron la incomparable resistencia de estos animales; así como su temperamento y sus instintos se agudizaron debido a la persecución de los indios o la necesidad de escapar de sus depredadores.

Igualmente, estos factores, junto con el crecimiento continuo y el aislamiento provocaron mutaciones genéticas en generaciones sucesivas. Estas mutaciones generaron determinados ejemplares que fueron advertidos por un irlandés llamado Newtall en el siglo XIX en las manadas de los indios Mapuche, al sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

Newtall trató de indagar acerca del origen desconocido de estos equinos al comprender lo que significaba el descubrimiento de esos pequeños caballos y trató de hacerse con algunos especímenes.

Tras años de cruce y seleción, Newtall consiguió una manada de caballos bien estructurados y armoniosos, con una altura inferior de 40 pulgadas (sobre los 102 cm); que mantenían las mismas dimensiones en sus rasgos, igual que los primeros ejemplares que adquirió.

Newtall no tuvo descendencia masculina, y cuando murió, todos sus caballos pasaron a manos de su yerno, Juan Falabella, con quien compartía su pasión por los equinos. Debido a esta enorme pasión, la gente de alrededor comenzó a denominar a estos curiosos caballos como «los de Falabella» o «Falabella».

La familia Falabella trató de mejorar la clase y refinar la forma del caballo, introduciendo especímenes de criadores europeos, como pequeños pura raza, ponis galeses, shetlands, pequeños caballos de Europa Oriental y criollos. De esta forma, las generaciones posteriores de la familia Falabella lograron caballos muy pequeños considerablemente más armoniosos y redujeron la altura estándar a 30 pulgadas (alrededor de 76 cm).

En 1940, Julio C. Falabella comenzó un registro de nacimiento que incluía detalles genealógicos para algunos de sus caballos. Gracias a su memoria y a algunos antiguos datos que le facilitaron, fue capaz de lograr, mediante deducciones, genealogías hasta 20 años atrás. Este primer registro, no siempre metódico, fue sistematizado a mediados de los sesenta, mediante el uso de clásicas técnicas genealógicas.

En 1980, se rediseñó el registro empleado hasta el momento, incorporando herramientas nuevas, como el ordenador. El orden cronológico fue cambiado, las viejas anotaciones fueron investigadas y se mejoraron las técnicas.

Desde principios de la década de 1950, diversos soberanos, personalidades internacionales como criadores de caballos han mostrado un notable interés por el Falabella. Así, los Falabella han sido exportados a lugares como Alaska, Tierra del Fuego (punto meridional en el mundo), península árabe, fiordos de Noruega, Japón, etc.

Características

Las características del caballo miniatura, no son la comunes en un caballo, a pesar de que sus proporciones coinciden con las de cualquier equino. Así, podemos decir que el caballo miniatura se trata mas bien de un caballo de compañía, pues se caracteriza por si carácter amistoso y cariñoso

Los caballos miniatura son inteligentes, convirtiéndolos en compañeros maravillosos para programas terapéuticos dirigidos a niños, ancianos, adultos, discapacitados, etc.

Asimismo, se considera que la personalidad de los caballos miniatura es más tranquila que la de los caballos de tamaño medio. Estos gentiles animales son idóneos como mascotas para niños, adultos, anciones o discapacitados. Por ejemplo, mientras que un niño se podría sentir intimidado por un «caballo grande», es más receptivo al contacto con un caballo miniatura debido principalmente al tamaño pequeño y a su dócil carácter.

Debido a su tamaño reducido, pueden ser transportados en un remolque de dimensiones inferiores a 130 x 100 cm o en una furgoneta.

Fisionomía

Cabeza: Es totalmente distinta a la de su ancestro el Shetland. Suele ser proporcionada con el cuerpo, aunque en ciertas ocasiones, el tamaño de la cabeza suele resultar enorme para su tamaño.

Cuello: Es ancho y corto, siguiendo la tendencia del resto de partes del cuerpo. No tiene mucha fuerza, pero sí una crin tremendamente poblada y larga.

Cuerpo: Es fino y alargado, aunque posee una gran fuerza.

Extremidades: Son débiles debido a la tendencia de este equino a la miniaturización. No obstante, los criadores están intentando solucionar estos defectos. Además, los corvejones son débiles y están muy próximos. Los cascos son aceptables respecto al tamaño y su forma.

Capas: En el caballo miniatura se da una gran variedad de capas, desde el bayo, castaño, tordo, apaloosa, etc.

Alzada: No suele exceder de los 86,4 cm (34”).

Curiosidades 

Smith McCoy fue un célebre criador de caballos miniatura, cuyo producto más pequeño fue una yegua de nombre Sugar Dumpling, que solo media 51 cm y pesaba 13,5 kg.

Nuestra experiencia

Esta página quiere plasmar la afición de una familia por los animales de granja.

En el año 1992 tras un viaje a Portugal, el fundador de K’s&M’s Farms Kele Fabián vio unos ejemplares Caballos Miniaturas de la linea de Falabella, quedándose totalmente enamorados de estos bellísimos animales. Estos animales eran la solución a la falta de espacio que tenía para animales más grandes.

Después de años de investigación